lunes, 31 de mayo de 2010

Sorpresa

Me golpeo inesperadamente fuerte y no pude evitarlo y el olor a putrefacción que me envolvió al llegar cerca al cadáver que yacía en medio de la calle. Le mire la cara y solté un grito.

Esa nariz,

esos labios,

eran los mismos que siempre vi en los espejos.

Maria Fischinger
Chicago 2010

1 comentario:

Unknown dijo...

Personalmente pienso que muy obvio, sin embargo, algo cautivante.