Cuando vieron descender al primer astronauta de un cohete espacial, los
selenitas protestaron airadamente ante el Comisario de Sanidad y Consumo: era inadmisible que al abrirse la lata de conservas el bicho aún estuviese vivo.
Manolo
Manuel Cubero
(Microrrelato finalista en el CONCURSO DE MICROCUENTOS LA RISA DE BILBAO)
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