sábado, 6 de diciembre de 2008

El reencuentro


.
.
.
.
.
.
.
.
Perdoname mi entrada por sorpresa, no tenía cómo comunicarme. pero una circunstancia no iba a frustrar lo nuestro. Teníamos planes, sueños, es cuestión de adecuarlos y continuarlos. Mirá hoy, charlamos como en los viejos tiempos. Fue una noche hermosa, quién diría, tan pacífica, a pesar de la multitud. Se pierde la sensación del tiempo. Lo que llama la atención es la cantidad de perros sueltos.

Todavía es apresurado pensar en quedarme, aunque quisiera, pero quién sabe cómo lo tomarán acá. Así que hoy tenemos que despedirnos. El sábado hay luna llena, podríamos salir a caminar un poco. Hasta entonces, querida. No hace falta que me acompañes, yo cierro.



El hombre le dio un beso, cerró, tomó la pala y volvió a tapar la fosa.

© Carlos Adalberto Fernández

No hay comentarios: