lunes, 8 de febrero de 2010

contemplación-microcuento


"La línea del horizonte besaba el

vientre estremecido de una sirena"

Ana Lucía Montoya Rendón














Le costaba llegar a la orilla. Cada brazada le quitaba más y más aire.

La contempló de lejos, tanto la amaba que hubiese dado su alma por verla feliz.

No había podido hacerla desistir de su caprichosa locura y ahora se sentía culpable de las consecuencias que ese "otro" amor acarrearía a su joven vida.

Era tarde, amanecía y el conjuro era irreversible.

Sólo pudo observar cómo los miserables hombres hendían sus espadas en el cuerpo de la bella sirena como si ésta fuese un demonio.



Luego, con pesar, se hundió en las aguas mezclando sus lágrimas con la sal marina; al fin y al cabo todo tritón tiene derecho a llorar, pensó.










Liliana Varela 2009

No hay comentarios: