Ayer un poeta leería 5 o 6 poemas. Cuando terminó de leer el primero, y ante el silencio de todos ( quizás no comprendía que los poemas se aplauden al terminar el poeta de leer y sólo contadas ocasiones se aplaude un poema en especial) dijo: pueden aplaudir. De allí nació este breve
El poeta no espera el aplauso.
El poeta dice.
Quien escucha el poema
aplaude
si la palabra se hizo espejo
en su mirada.
Elisabet Cincotta
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