Quebró en recuerdos su memoria
y la guardó en el cajón de la mesa de luz.
Desinfectó de amor al corazón
con un trapito embebido en agua de colonia.
Apostó al 47 los últimos dos pesos
se persignó y besó los pies del santo de plástico.
Atravesó a empujones la luna del espejo,
y al rato volvió, sin poder escaparle al llanto.
Patricia Ortiz
--
"no comparo / simplemente doy mi fruto / y espero / la semilla más humilde / puede brotar el fuego o la hermosura." Roberto Santoro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario